Historias de éxito
LIZETH
Lizeth estaba a punto de terminar su servicio social para graduarse de la carrera de Gerontología, pero la pandemia retrasó sus planes. Las prácticas en l clínica se cancelaron. La situación en casa se complicó y la familia de su hermano llegó a vivir con ellos. Con la ayuda de las despensas de Tendamos una Mano, ya tenemos nuestro arrocito. De esa despensa le llevo a mi mamá y a mi abuelita y a unos vecinos mayores. Entre nosotros, nos ayudamos.
Lizeth hizo un gran esfuerzo para estudiar, mandaba a su hijo a la guardería, trabajaba en una tienda por las tardes, y contaba con el apoyo incondicional de su mamá, ahora enferma de cáncer. Su carrera está orientada a mejorar la vida de los adultos mayores, su gran vocación. Hoy día, no se desanima, confía en que llegará el día en que pueda ejercer su profesión. Mientras tanto, aprovecha el tiempo en casa para tomar clases de inglés. Las despensas le dan tranquilidad No me canso de agradecer lo que nos han ayudado.De verdad, pueden contar conmigo. Y esta promesa se ha hecho realidad, hoy en día Lizeth trabaja con nosotros en el consultorio Tendamos una Mano. Atiende a sus pacientes para sobrellevar sus enfermedades, sus emociones y su día a día. Lizeth decía que éramos un ejemplo de trabajo para ella. Ahora Lizeth es un ejemplo de trabajo para nosotros brindando sus servicios de manera voluntaria para los que más lo necesita. ¡Gracias Lizeth!